Es una iniciativa de expansión del Programa Convivencia que pretende contener el problema de la violencia escolar en el país, expandiendo un modelo de atención y educación socioemocional de comprobada eficacia para beneficio de estudiantes y jóvenes universitarios, impulsando además un trabajo conjunto y articulado de gestión institucional entre actores regionales considerando el intercambio de información, experiencias, conocimientos y capacidades de cara a la futura autosostenibilidad e institucionalización del sistema creado.